Historia

Fundación de la Hermandad


La fecha de fundación de la originaria Hermandad es desconocida, bien pudiendo corresponder el primer indicio de la misma en torno al año 1340. En una referencia de 1632 ubica a la Hermandad en el Antiguo Sagrario de la Catedral, ya constituida y con un notable patrimonio, si bien no precisa en qué momento tuvo lugar su fundación.

Historia antigua de la Hermandad del Stmo. Cristo de la Corona y Cruz a Cuestas


Según los Anales Eclesiásticos de Ortiz de Zúñiga (1677) la Hermandad del Cristo de la Corona, que gozaba de gran devoción popular, estaba establecida en la antigua capilla del Sagrario de la Catedral, de la cual se trasladó a su actual emplazamiento en 1716. En relación a ello, los cabildos de la Hermandad tratan en numerosas ocasiones el tema de la adjudicación de su actual capilla por parte del Cabildo Catedralicio. De hecho, en uno de los libros se resume un acuerdo en el que se encarga a los alcaldes y diputados la compra de la Capilla, y en los documentos posteriores se afirma que la Hermandad tenía capilla propia en el Sagrario “nuevo”.

Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Corona

En la documentación existente la Hermandad es denominada como Hermandad, Cofradía o Archicofradía del Santísimo Cristo de la Corona, y en los documentos más antiguos como del Stmo. Cristo de la Corona y Cruz a cuestas. En el libro de acuerdos más reciente aparece como Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Corona.

Durante los siglos XVII y XVIII la Cofradía mantuvo una estrecha relación con la Parroquia. Así, en 1660 la Hermandad del Cristo de la Corona, junto con la de las Ánimas Benditas del Purgatorio y la del Rosario, costearon las fiestas con motivo del estreno del retablo mayor del Sagrario. De igual forma, la Hermandad llevó a cabo un préstamo al Cabildo Catedralicio para “socorro de la fábrica de la Catedral”.

Esta misma época se corresponde con una etapa de bonanza económica para la Hermandad, perteneciendo a ella ilustres personajes de la historia de Sevilla como Pedro Roldán, José Montes de Oca, Matías de Arteaga, numerosos canónigos de la Catedral, el Marqués de Paradas o los Condes de Cantillana. En dichos años se acumulan la mayoría de las adquisiciones, tanto en enseres como en casas y rentas (algunos corrales de vecinos de Triana, fincas en Rascaviejas, algunas casas cedidas por vía testamentaria, varias Capellanías, destacando una en la Iglesia de la O y otra en la Magdalena, etc.). Según los Anales de las Cofradías Sevillanas de Juan Carrero, tomando como referencia la revista Calvario de 1942, se puede leer: “La Hermandad de la Corona de Cristo y la del Santo Entierro solicitan, en este año de 1641, de su Majestad Felipe IV la concesión de alguna merced para acercentar sus fondos. El Rey les otorgó facultad para que perpetuamente pudiesen lucrarse taginando con doce carros, cada uno con una mula, aplicados a cada Cofradía seis carros. En reciprocidad a tal gracia, ambas Hermandades ofrecieron a Su Majestad mil quinientos ducados, a pagar la tercera parte de ellos el mismo día de recibidos los carretones, y los mil ducados restantes, en los seis meses siguientes a dicho día de la procesión, mas el ocho por ciento al año de todo el tiempo que se retardase cualquiera de los pagos, después de cumplidos los plazos”.

De igual forma, es de destacar la relación con la Hermandad de Jesús Nazareno, la cual ofreció a la de la Corona que sus miembros, por el mero hecho de serlo, fueran admitidos en dicha Hermandad de forma automática y sin el pago de su entrada correspondiente, según documentación para favorecer la concordia entre ambas Hermandades.

Las dificultades de principios del siglo XIX

A principios del Siglo XIX, la Hermandad comenzó a pasar por dificultades. Se observa una menor proliferación de enseres y propiedades que llega a su culmen en 1806, año en el que se venden todas las pertenencias de plata (incluyendo las cantoneras de la cruz) a la Casa de la Moneda para sufragar los gastos de la realización del nuevo altar en jaspe. El libro de inventario acaba en la citada fecha, sin embargo no ocurre así con el de acuerdos de cabildos. Éste continua narrando la vida de una Hermandad no exenta de problemas hasta el cese de las noticias en 1860.

La Hermandad en la actualidad


En lo referente a tiempos más cercanos, el culto al Santísimo Cristo de la Corona fue restablecido a la llegada de D. José Gutiérrez Mora como nuevo párroco al Sagrario en el año 1989. Después de varios Vía-Crucis en colaboración con la Hermandad de las Aguas y jóvenes de la parroquia, en 1991 comenzó a gestarse la Asociación Parroquial del Santísimo Cristo de la Corona y Nuestra Señora del Rosario, que fue aprobada por el Arzobispado en 1994, y posteriormente erigida como Hermandad de Penitencia en 2000. En 1992, la Imagen del Santísimo Cristo de la Corona participó en la exposición Magna Hispalensis, celebrada en la S.I, Catedral como exponente de los momentos de transición al Barroco sevillano. Desde ese mismo año, la Hermandad comenzó a realizar su Solemne Vía-Crucis por las calles de su feligresía, así como la procesión de Nuestra Señora del Rosario en el mes de Octubre. En el año 2006 se sustituyen las andas de nuestro Titular por el actual paso procesional, y desde el año 2009 realiza su Estación de Penitencia con nazarenos de ruan morado en la anochecida del Viernes de Dolores de Nuestra Señora, con la peculiaridad durante algunos años de haber accedido durante la Estación de Penitencia al interior del Palacio Arzobispal.

La Hermandad en internet

La primera página web que se realizó sobre el Cristo de la Corona se hizo en tiempos de la Asociación Parroquial Santísimo Cristo de la Corona, y aún es accesible en la dirección:

http://members.tripod.com/~FerreroRodriguezJL/index.html